En las calles de Cali en el año 1934, en el barrio Belálcazar vivía una jovén bella de 15 años de edad, llamada Rosa María Arias, ella y su familia venían de Dos Quebradas (Risaralda); era una familia humilde su padre era fabricante de gelatina de pata ya que con ese trabajo sostenía a su familia. Una tarde en el año de 1934 en el barrio Belálcazar se apareció un hombre de avanzada edad, muy apuesto y millonario, tenía 64 años de edad era de ojos de color azul, alto y muy elegante, de apariencia extranjera, su nombre era Manuel Sanz M., él era de Caldas. En el momento en que iba pasando por la casa por el barrio vió una jovén muy bella se enamoró al instante pues no dudo en ningún momento de ir hablar con el padre de aquella jovén y pedirle la mano, el padre de aquella muchacha como no estaba una buena situación económica le dio la mano pero con la condición de que le diera dinero para saldar las deudas, el señor Manuel Sanz aceptó.
Pasaron unos tres meses y Rosa se fue a vivir con Manuel S. ella pensó que era lo mejor que le había sucedido en su vida, había mucho dinero por delante, Y vivió lo inesperado; su vida no fue la mejor, a pesar de que vivía mejor que con sus padres. Con Manuel S. fue un calvario, la tenía encerrada en la casa como una vulgar presa, pues este señor era un neurasténico, desquiciado no permitía que viera a sus hermanos y sus padres, este hombre era un posesivo consumado. Rosita supo a sus cortos 15 años vivió la amargura de estar encerrada a la espera que llegara su marido para que la llevara aunque sea al parque; eran tal los celos posesivos de este hombre que le llevaba el médico, odontólogo, etc., a la casa y revisarla en presencia de él.
Esta dura vida la vivió Rosita 10 larguísimos años. Rosita huyó de este malevo hombre con sus siete hijitos. La economía de Manuel empeoró a causa de sus neurosis que tiraba las cosas de valor y las rompía, y de las dádivas que hacía a la iglesia católica con grandes sumas de dinero, oro y haciendas.
Pues Rosita rodó con sus hijitos por todo el Valle del Cauca cuidando fincas, casas, mendigando comida por todo lado, su familia la humilló y la echaron de la casa paterna, pues sus hermanos se burlaron de verla en su calamidad, no tuvieron compasión alguna de ella y sus hijitos.
Después Rosa y su hijos de mudaron a Candelaria y de hay se vinieron para Cali al barrio Caldas en donde conoció a un hombre y quedó embarazada aquel la abandonó en pleno embarazo, la pobre Rosita ya tenía que lidiar con ocho hijos. Siete años después volvió Manuel Sanz a llevarse a su séptimo hijo pero éste no quiso ir con él, a los tres meses y me dio un telegrama les llego diciendo que Manuel Sanz M, había muerto en 7 de agosto de 1956; este hombre murió pobre y solo.
Años después el hijo mayor de Manuel y Rosita se enteró que su papá les había dejado una herencia pero ya era demasiado tarde pues el abogado que era el encargado de avisar sobre la herencia se las robado.
Tiempo después de la muerte de Manuel Rosita rodó por todo el Valle cuidando fincas y casas hasta que no hubo mas que cuidar, entonces les toco llegar a Cali en ese momento se entera que su hija mayor se había casado con su hermano menor, esa situación empeora mas la relación con su familia paterna; recibe mas insultos, humillaciones estos problemas hacia cada vez mas amargada a Rosita.
El 22 de marzo de 1970 Rosa Maria Arias muere de un derrame cerebral en el hospital Departamental a sus 52 años de edad, amargada, desilusionada de la vida y llena de odio, resentimiento todo esto le causó su muerte prematura de Rosita.
Rosita en busca de una vida mejor encontró una vida que nunca se habría imaginado vivir a su corta edad, es triste saber que esta mujer nunca tuvo un momento de alegría siempre fue de amargura y humillación en todo momento, así termina la triste historia de una joven, y al morir dijo: ORO NO COMPRA LO QUE DIOS NOS DA.
Pasaron unos tres meses y Rosa se fue a vivir con Manuel S. ella pensó que era lo mejor que le había sucedido en su vida, había mucho dinero por delante, Y vivió lo inesperado; su vida no fue la mejor, a pesar de que vivía mejor que con sus padres. Con Manuel S. fue un calvario, la tenía encerrada en la casa como una vulgar presa, pues este señor era un neurasténico, desquiciado no permitía que viera a sus hermanos y sus padres, este hombre era un posesivo consumado. Rosita supo a sus cortos 15 años vivió la amargura de estar encerrada a la espera que llegara su marido para que la llevara aunque sea al parque; eran tal los celos posesivos de este hombre que le llevaba el médico, odontólogo, etc., a la casa y revisarla en presencia de él.
Esta dura vida la vivió Rosita 10 larguísimos años. Rosita huyó de este malevo hombre con sus siete hijitos. La economía de Manuel empeoró a causa de sus neurosis que tiraba las cosas de valor y las rompía, y de las dádivas que hacía a la iglesia católica con grandes sumas de dinero, oro y haciendas.
Pues Rosita rodó con sus hijitos por todo el Valle del Cauca cuidando fincas, casas, mendigando comida por todo lado, su familia la humilló y la echaron de la casa paterna, pues sus hermanos se burlaron de verla en su calamidad, no tuvieron compasión alguna de ella y sus hijitos.
Después Rosa y su hijos de mudaron a Candelaria y de hay se vinieron para Cali al barrio Caldas en donde conoció a un hombre y quedó embarazada aquel la abandonó en pleno embarazo, la pobre Rosita ya tenía que lidiar con ocho hijos. Siete años después volvió Manuel Sanz a llevarse a su séptimo hijo pero éste no quiso ir con él, a los tres meses y me dio un telegrama les llego diciendo que Manuel Sanz M, había muerto en 7 de agosto de 1956; este hombre murió pobre y solo.
Años después el hijo mayor de Manuel y Rosita se enteró que su papá les había dejado una herencia pero ya era demasiado tarde pues el abogado que era el encargado de avisar sobre la herencia se las robado.
Tiempo después de la muerte de Manuel Rosita rodó por todo el Valle cuidando fincas y casas hasta que no hubo mas que cuidar, entonces les toco llegar a Cali en ese momento se entera que su hija mayor se había casado con su hermano menor, esa situación empeora mas la relación con su familia paterna; recibe mas insultos, humillaciones estos problemas hacia cada vez mas amargada a Rosita.
El 22 de marzo de 1970 Rosa Maria Arias muere de un derrame cerebral en el hospital Departamental a sus 52 años de edad, amargada, desilusionada de la vida y llena de odio, resentimiento todo esto le causó su muerte prematura de Rosita.
Rosita en busca de una vida mejor encontró una vida que nunca se habría imaginado vivir a su corta edad, es triste saber que esta mujer nunca tuvo un momento de alegría siempre fue de amargura y humillación en todo momento, así termina la triste historia de una joven, y al morir dijo: ORO NO COMPRA LO QUE DIOS NOS DA.
EDIFICIO QUEDA EN MANIZALES FUE EL QUE DONO MANUEL SANZ A LOS CURAS. EL CUAL LLEVA SU NOMBRE HOY EN DÍA Y SON LAS OFICINAS DE LA DIAN EN MANIZALES. QUEDA EN EL CENTRO DE MANIZALES.

PUBLICADO POR: MARIA CAMILA VARELA F.
2 comentarios:
Hola!. Me gustaria saber cómo se llamaron los hijos de Rosita. Manuel Sanz es mi tatarabuelo, pero no se si Rosita era la mamá de mi Bisabuela ( Carmen Rosa ) Gracias.
Hola
te informo que Rosita no tuvo ninguna hija con ese nombre. Manuel Sanz estuvo casado anteriormente con otra mujer, deproto ella si sea la mamá de tu bisabuela, si me das el apellido de tu bisabuela asi podríamos saber si es ella. La pregunta es si estamos hablando del mismo hombre?.
Publicar un comentario